Todos tenemos dentro los arquetipos de la madre y el padre; los arquetipos son unos modelos que sirve como pauta para imitarlo, sin importar los padres que hayamos tenido, podemos cultivar en nuestro interior las características positivas del padre y la madre interna.
Lo que hemos vivido hasta ahora es cómo nos tratamos a nosotros mismos, cómo nos trataron o cómo sentimos que nos trataron y a veces hasta somos mas crueles, porque pasamos años siendo juez de nosotros mismos, maltratándonos, criticándonos, diciéndonos cosas feas al vernos al espejo y mucho más. La buena noticia es que tienes todo el poder de cambiar eso; pero para que esto sea posible, requieres tener muchas ganas de hacerlo y de cambiar.
El arquetipo de la madre en su fase positiva es lo bondadoso, protector, sustentador, lo que da crecimiento, fertilidad y alimento; el lugar de la transformación mágica, del renacer; el instinto o impulso que ayuda; lo secreto, bondad protectora y sustentadora, la madre es la tierra fértil donde la semilla encuentra su espacio.
Tú puedes cultivar estas cualidades en ti ya que, ahora como adulto no dependes de mamá o papá para crecer, ya ellos te dieron lo que pudieron, ahora te toca a ti cultivarte, cuidarte, protegerte y ser amoroso contigo; entonces, en las muchas situaciones de vida cuando te percibas criticándote revierte eso, háblate con amor, cada vez que te percibas rechazándote a ti mism@ recuerda que ese rechazo lo estarás proyectando en otros y estos otros te trataran igual, mientras seas amoroso contigo, protector, bondadoso, cuides tus más íntimos sentimientos, mientras seas en tu propia vida tu propia prioridad eso proyectaras al mundo y tu vida se tornara diferente.
Lo mismo ocurre con el padre, puedes cultivar las características positivas del arquetipo paterno.
Si la madre es la tierra fértil donde la semilla encuentra el espacio idóneo para crecer, el padre es la semilla, el potencial. La madre está relacionada con el mundo afectivo, emocional y de relaciones, mientras que el padre ejerce su influencia en el exterior.
El padre es quien aporta el ánimo, el aliento, la fuerza, la vitalidad, entusiasmo para ir al mundo y hacer lo que quiera, por eso la decisión, disciplina, organización y liderazgo son parte del arquetipo paterno.
Entonces, para empezar a trabajar las cualidades del padre amoroso tenemos que ser capaces de liderarnos y disciplinarnos a nosotros mismos en primer lugar.
¿Te acuerdas del artículo anterior de las ventanas rotas? Pues, es el arquetipo paterno quien empieza a poner orden y estructura interior, saber que tienes esas heridas y decidir trabajar en ellas para conocerte cada día mejor e ir sanando esas partes para dejar de permitir que otros te lastimen. Para cultivar el padre amoroso hay que saber que quieres en la vida e ir por ello, tu mismo desarrollar las ganas para sanarte, saber ponerte limites a ti y a los que están afuera, es aprender a cuidar de ti mismo, tu eres tú más preciado hijo.
Así que deja de criticarte, de impedirte disfrutar, de trabajar en exceso y no disfrutar de la vida, suelta el control hacia los demás, que traerá nada bueno para ti, aprende a darte tu lugar en cada situación, a decir no, cuando no quieres algo y a decir sí, cuando se requiera. Date tiempo para pensar las cosas antes de comprometerte, ten orden con tu dinero, con tus cosas materiales, respétate a ti mismo dejando de involucrarte en situaciones dolorosas para ti, deja de revisar el teléfono o los correos de tu pareja, hijos o quien sea, deja de buscar afuera lo que solo esta dentro de ti, mantén el propósito y deja de ser tan permisivo contigo mismo o dejar las cosas para después porque quizás ese después nunca llegue.
Aprender a cuidar de ti y ser amoroso es lo único que te va a permitir proyectar al mundo eso que tu te das y los demás no podrán tratarte de otra manera.
Para materializar y construir se necesita estructura, igual que un arquitecto diseña sus planos, de la misma forma debemos tener una idea general de que queremos hacer en nuestras vidas, para después ir concretando.
Potenciar tu padre amoroso te ayudará a experimentar tu parte creadora, aquella que te permitirá realizar tus sueños y proyectos, en definitiva, autorrealizarte.
Otra de las características del padre amoroso es su capacidad de protección, desde su sentido de justicia y honor.
El padre amoroso no abusa de su fuerza y poder si no que la utiliza para proteger a los más débiles.
El padre protege a sus hijos enseñándoles a poner límites saludables ante los demás, el posee la virtud de ser objetivo e impersonal y de cortar rápidamente, y si es necesario de forma tajante, con situaciones de abuso.
No saber decir que no es un síntoma de que necesitas potenciar en tu padre interno, de la misma forma tomarte los agravios de forma personal también lo es.
Un padre amoroso también es un proveedor de recursos materiales, él tiene la habilidad de hacer la vida más cómoda y funcional haciendo de soporte estructural para él y su familia.
¿Hay un padre amoroso en ti?
Para saber en qué estado se encuentra tu padre amoroso puedes empezar a realizarte las siguientes preguntas:
- ¿Me permito brillar?
- ¿Me siento pleno y satisfecho?
- ¿Acabo lo que empiezo?
- ¿Cuál es mi vocación?
- ¿Qué es lo que me entusiasma y llena de vitalidad?
- ¿Soy el dueño, dueña de mi propia vida?
- ¿Llevo la vida que quiero?
- ¿Me atrevo a tomar decisiones?
En base a tus respuestas, reflexiona y saca tus propias conclusiones…
Me encantó este artículo. Permiso para tomarlo y compartir con mis alumnos de constelaciones familiares y ancestrologia
Permiso concedido 🤗